Una ONG albanesa ha lanzado una petición para que las autoridades dejen de elogiar al régimen comunista anterior y prohíban el uso público de símbolos relacionados con el comunismo, buscando de esta manera alinearse con los estados de la Unión Europea que han prohibido la glorificación de regímenes fascistas y totalitarios.
Treinta años después de la caída del régimen, no ha habido un pedido de disculpas oficiales de parte del Estado o del Partido Socialista, descendiente directo del Partido Comunista.
Muchos monumentos del régimen siguen en pie; escuelas e incluso caminos tienen nombres de comunistas vinculados a torturas, persecuciones e incluso asesinatos.
En la actualidad, todos los funcionarios políticos, jefes de instituciones estatales y miembros del poder judicial deben ser verificados antes de ser nombrados para saber si tuvieron algún vínculo con el régimen comunista.
Albania ha adoptado previamente dos resoluciones que condenan los crímenes de la dictadura comunista y los crímenes contra el clero, pero estas no se han implementado adecuadamente.