Un nuevo informe de la ONU sobre Afganistán describe una crisis humanitaria y una situación de violencia continua, con ataques terroristas que han matado a casi 400 civiles desde que los talibanes tomaron el control del país en agosto de 2021. Un grupo derivado de ISIS que lucha contra los talibanes es responsable de más de 80 % de los asesinatos que han tenido lugar desde el verano pasado.
El grupo Estado Islámico en la provincia de Khorasan ISKP (ISIS-K) ha cometido «varios ataques suicidas y no suicidas contra musulmanes chiítas», según la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Bachelet dijo que Afganistán enfrenta una crisis humanitaria y económica. «Más de la mitad de la población ahora sufre niveles extremos de hambre. Se ha observado un aumento en el trabajo infantil, el matrimonio infantil y la venta de niños», dijo.
La ONU ha dicho que casi nueve millones de afganos están en riesgo de hambruna.
