La vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, visitará Polonia y Rumania esta semana mientras su gobierno y los aliados de la OTAN buscan formas de ayudar a Ucrania sin verse arrastrados a la guerra contra Rusia.
Los países de la OTAN han estado enviando armas pesadas, incluidos misiles antitanques, a Ucrania desde que comenzó la invasión el 24 de febrero, y los envíos de armas adicionales podrían aumentar aún más las tensiones entre Moscú y Occidente.
El Pentágono rechazó un plan polaco para proporcionar aviones de combate MiG-29 de la era soviética a Ucrania a través de una base aérea estadounidense en Alemania. Luego, Polonia pidió a otros países cercanos de la OTAN que consideraran medidas similares como una forma de reforzar el ejército ucraniano.
La UE amplió sus sanciones al extender las restricciones SWIFT al aliado de Rusia, Bielorrusia, sancionar a 160 nuevas personas y presionar a la industria marítima rusa.
Mientras tanto, el Kremlin acusó a Estados Unidos de librar una «guerra económica» contra Rusia.